24/8/15

El estómago no tiene dientes [24-8-15]

[23-8-15]
El estómago no tiene dientes.

Se define masticar como; “triturar la comida con los dientes u otros órganos bucales análogos”. Cuando piensas en algo triturado te viene a la cabeza la imagen de una papilla o un puré ¿verdad? ¿Tienen esa consistencia los alimentos una vez los tragas? Gandhi dijo: “Mastica tu bebida y bebe tu alimento”.

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Hoy voy a hablar de la importancia que tiene masticar adecuadamente los alimentos.

Seguro que has oído alguna vez la frase: “La digestión comienza en la boca”. ¿Qué quiere decir realmente esta frase? Pues bien, desde que alimento pasa por tus cubiertos o tus manos, hasta que es aprovechado por tu organismo atraviesa muchos órganos, el primero de ellos es la boca y tiene mucha más importancia de la que generalmente se le da.

Poniendo atención a la anatomía de la boca, la primera parada la hacemos en los dientes. Los dientes son los principales encargados (con la ayuda de la lengua) de triturar los alimentos antes de la deglución. Una comida que esté bien triturada será mucho más fácil de digerir. Recuerda que el estómago no tiene dientes y si no masticas como es debido le estarás mandando un trabajo para el que no está capacitado. El alimento tendrá que pasar más tiempo en contacto con los ácidos del estómago y la digestión será más lenta y pesada.

Por otro lado en la boca, nos encontramos con la saliva. Ésta tiene varios papeles, por un lado el alimento seco al ser masticado es humedecido y convertido en una sustancia blanda y fácil de tragar. Sin la acción de la saliva nos atragantaríamos y el esófago podría dañarse al pasar alimentos secos que lo arañasen.

También en la saliva se encuentran una serie de enzimas que empiezan a descomponer los alimentos. Las amilasas con la ayuda del agua de la saliva rompen los enlaces en las moléculas de los carbohidratos complejos y las dividen azúcares más sencillos. Lo mismo ocurre con las proteasas y los alimentos ricos en proteínas. Al hacer esto se mandan señales al cerebro sobre los alimentos que están pasando por la boca para activar el sentido del gusto y preparar las siguientes fases de la digestión.

Por último hablaremos de la velocidad a la que se come. Al masticar mas veces por un lado trituras mejor el alimento pero por otro estarás alargando cada bocado y por ende el tiempo global de la comida.

La sensación de saciedad aparece tras un complejo trabajo donde están implicados muchos mecanismos, es un proceso neuroendocrino implica secreciones hormonales y transmisiones nerviosas entre otras cosas; y ésto lleva su tiempo. Si masticas bien y despacio darás tiempo para que esta sensación aparezca en su momento preciso, pero si comes demasiado deprisa y casi sin masticar la saciedad llegará demasiado tarde y es cuando te sentirás hinchado y pesado despues de una comilona. Prueba a comer lo mismo despacio, seguro que te aburres de masticar ante de terminarlo todo.

Aqui tienes unas buenas razones para bajar el ritmo y aprender a comer despacio y que de esta manera tus digestiones y tu disfrutes sean máximos.

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