22/10/15

Buena agua e higiene, claves para cuidar el estómago y evitar problemas gastrointestinales [22-10-15]


Buena agua e higiene, claves para cuidar el estómago y evitar problemas gastrointestinales


Limpiar y tapar los tanques de reserva de agua puede evitar dolencias gástricas.

Durante las temporadas de lluvias, como la que está atravesando en este momento el país, además de las consabidas inundaciones y deslizamientos, usualmente se disparan los problemas gastrointestinales. La acumulación de aguas negras y los taponamientos y contaminación en los acueductos por la cantidad de sedimento, son algunas de las causas.

Pero la falta de buenas prácticas de higiene, los alimentos contaminados y la condición de salud de las personas también influyen en su aparición. Un individuo con desnutrición, por ejemplo, tiende a sufrir más graves consecuencias de esta enfermedad.

Este tipo de dolencias se conocen como enteritis bacterianas, que son inflamaciones del estómago e intestinos causadas por bacterias.

Aunque las hay de distintos tipos, con algunas diferencias en sus síntomas, todas estas bacterias tienen algo en común: la diarrea.

Salmonella, E.Coli Y Shigella son algunas de las más frecuentes.

"Como Colombia está dentro de la franja de pobreza del mundo, hay muchas muertes por enfermedades diarreicas agravadas por la desnutrición", explica el médico gastroenterólogo William Otero.

Cifras del Instituto Nacional de Salud (INS) indican que aunque desde el 2005 se ha disminuido la incidencia de mortalidad por enfermedades diarreicas agudas (EDA) entre menores de cinco años (se pasó de 6 por cada 100.000 menores de 5 años en el 2005 a 4 en el 2009), el problema persiste, principalmente en los sectores rurales, donde se encuentran precarios sistemas de acueducto y alcantarillado.

"El país ha ido mejorando en el tema, pero es importante insistir en que hay que seguir trabajando en la calidad del líquido y las prácticas de higiene, porque de nada sirve tener agua potable en malas condiciones de almacenamiento", dice Juan Gonzalo López, director del INS.

"A veces la gente no dispone del agua 24 horas y por eso la almacena de manera inadecuada, o no tiene las suficientes medidas de higiene y eso propicia la transmisión de enfermedades", indica.

Además, en varios brotes de estas dolencias "uno evidencia que en el país todavía no hay una cultura de procesar los alimentos o que se procesan en condiciones no muy higiénicas, como en un tablón al aire libre, y no en una cocina", señala.

Hacer un mejor seguimiento a toda la cadena de custodia de la comida, desde que se produce hasta que llega a la boca, también es necesario.

Hidratar es lo más importante para tratar la diarrea

Generalmente una intoxicación producida por bacterias pasa después de dos o tres días. Durante este lapso lo principal es hidratar al paciente con suero, explica el médico Fernando Sierra, director de gastroenterología de la Fundación Santa Fe de Bogotá, pero si la dolencia se extiende cinco días o más, hay que prestarle especial atención.

Sierra explica que 40 por ciento de los pacientes que padece EDA puede sufrir, como consecuencia, de intestino irritable durante seis meses a un año. Esta es una respuesta del sistema inmune, por el daño que produce la toxina en los nervios del abdomen.

Durante este periodo las personas sienten cólicos abdominales, distensión abdominal, diarreas frecuentes y malestar al comer.

Atención a la higiene personal

Para prevenir las enteritis bacterianas hay que establecer algunos hábitos diarios:

Lávese las manos con frecuencia y siempre antes de cocinar o limpiar. Lávelas después de ir al baño y luego de tocar carne cruda.

Limpie los platos y utensilios que han tenido algún contacto con carne de res, de aves, pescado o huevo crudo.

No beba agua de arroyos o pozos que no estén tratados. No coma verduras que no han sido bien lavadas, porque son fuentes de infección.

Si usted cuida niños pequeños, lávese las manos con frecuencia y deseche los pañales cuidadosamente de tal manera que las bacterias no se puedan diseminar a otras personas o superficies.

Al viajar a sitios donde la contaminación es más probable, consuma únicamente alimentos cocidos, frescos y calientes.

Beba agua sólo si ha sido hervida y no consuma verduras crudas ni frutas sin pelar.

Si recoge agua, hágalo en recipientes con tapa, límpielos frecuentemente y asegúrese de que tengan una llave de dispensación. No introduzca baldes que puedan contaminar el líquido.

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